mercoledì, aprile 25
Viola Di Grado, enigmática y oscura
Por María Rosa Bouzón, especial para Clarín.com
Viola genera una reacción en la gente que ni ella debe haber imaginado. Con 24 años, viajó desde Roma para venir a presentar su libro “Setenta acrílico, treinta lana”, que son las telas con las que la protagonista de su obra debut, Camelia, hace su ropa.
Si bien la editorial todavía no cuenta con cifras que cuantifiquen las ventas de Viola, su paso por la feria dejó algunas que nos dan una pauta de si se trata sólo de un fenómeno en el exterior, o si por estas tierras también causa revuelo.
Con su primera novela -dice estar escribiendo dos más en este momento- llenó la sala Victoria Ocampo, con capacidad para 200 personas con un público heterogéneo, que a diferencia de lo que se esperaba, no estaba formado por adolescentes seguidores de la saga Crepúsculo. Y es que Viola, que mira constantemente para abajo, con cierta vergüenza adolescente, dice escribir para un público que está, más bien, entre los 30 y los 45 años.
El día de su visita, firmó alrededor de 50 libros.
“La gente se acercó sabiendo que la autora estaba acá. Desde los 17
hasta los 25 años es la gente que la vino a ver. La gente pregunta y se
vendió relativamente bien. Yo creo que se habrán vendido 25 libros, que
no es poco. Para un autor extranjero, no es poca cosa”, señaló Raúl
Robledo, Gerente de Ventas de Editorial Planeta, que edita la novela de
Viola.
Por último, fue entrevistada 18 veces en 3 días. Esta chica gótica, apasionada por el chino que afirma que “el lenguaje no puede hablar del mundo, sino sólo de nosotros mismos”, dio verdaderamente que hablar a los medios. A partir de ahora, entonces, queda en manos de los lectores su destino.
La joven escritora de “Setenta acrílico, treinta lana” pasó
por la Feria del Libro y hechizó a los lectores con su indescifrable presencia.
Algunas de las cifras de su visita al país.
24/04/12 - 21:26
Espera en un bar de la feria como si nada aconteciera a su
alrededor. Está en su mundo. Saca sus maquillajes y se pinta los labios
de un profundo negro. Párpados caídos, sombra oscura. Su tapado fucsia
se puede ver a metros de distancia. Sin lugar a dudas, su apariencia
llama la atención. Quienes pasean a su lado se dan vuelta,
inevitablemente, a mirarla. Viola genera una reacción en la gente que ni ella debe haber imaginado. Con 24 años, viajó desde Roma para venir a presentar su libro “Setenta acrílico, treinta lana”, que son las telas con las que la protagonista de su obra debut, Camelia, hace su ropa.
Si bien la editorial todavía no cuenta con cifras que cuantifiquen las ventas de Viola, su paso por la feria dejó algunas que nos dan una pauta de si se trata sólo de un fenómeno en el exterior, o si por estas tierras también causa revuelo.
Con su primera novela -dice estar escribiendo dos más en este momento- llenó la sala Victoria Ocampo, con capacidad para 200 personas con un público heterogéneo, que a diferencia de lo que se esperaba, no estaba formado por adolescentes seguidores de la saga Crepúsculo. Y es que Viola, que mira constantemente para abajo, con cierta vergüenza adolescente, dice escribir para un público que está, más bien, entre los 30 y los 45 años.

Por último, fue entrevistada 18 veces en 3 días. Esta chica gótica, apasionada por el chino que afirma que “el lenguaje no puede hablar del mundo, sino sólo de nosotros mismos”, dio verdaderamente que hablar a los medios. A partir de ahora, entonces, queda en manos de los lectores su destino.
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lunedì, aprile 9
¿Por qué nos llamamos "sicilianos"?
de Agostino Spataro
Les habrá sucedido también a ustedes preguntarse ¿por qué nos llamamos sicilianos? o ¿por qué nuestra isla se llama Sicilia y no Trinacria o Sicania?
Las respuestas son fáciles. “Sicilia” y “sicilianos” derivan de “sículos” o sea del nombre de un pueblo del norte que, alrededor de trece siglos antes de Cristo, se habría ubicado en la parte oriental de la isla y, después de haber derrotado y de algún modo integrado a los ya existentes sicanos (de probable origen ibérico) y los elimos, impusieron sus costumbres y leyes a toda la isla y por lo tanto también su nombre.
Ésta, en síntesis extrema, es la “historia”. Sin embargo nunca nadie aclaró con precisión el origen geo-étnico de este pueblo que impuso su nombre a Sicilia y a sus habitantes.
Un nombre fuerte, fascinante, visto que pudo borrar el precedente (¿Trinacria?) y a sobrevivir a las sucesivas dominaciones, algunas muy potentes y longevas como lo fueron los griegos, romanos, bizantinos, árabes, normandos-suevos, franceses, españoles, etc.
Hasta nuestros días.
Extrañamente, conocemos origen e historia de los principales pueblos dominadores que pasaron por Sicilia, pero no exactamente, la de los sículos que nos dieron el nombre.
La historiografía, antigua y moderna, concuerda con el hecho que “los sículos” llegaron a la isla provenientes desde el norte. ¿Pero de cuál región del norte? ¿Del norte pre o post alpino?
Sobre estos interrogantes las hipótesis se bifurcan: una sostiene que somos “lígures”, o sea provenientes de las regiones del noroeste; otra que provenimos de poblaciones ilíricas. Otras en cambio amplían el campo de las suposiciones agregando la posibilidad de pueblos de regiones del Cáucaso y de pueblos de ultramar.
Hipótesis todas sugestivas y complejas que esperamos los historiadores deseen investigar para llegar a una conclusión unívoca y exhaustiva.
A nosotros, que no somos historiadores, nos queda recurrir a las fuentes conocidas (de Tucídides a Diodoro Sículo, de Ignacio Scaturro a Lorenzo Braccesi, etc.) las cuales grosso modo, concuerdan con el hecho que los “sículos” provengan del área ilírica-balcánica y llegaron a Trinacria expulsados por otros pueblos que se establecieron en las regiones del centro-norte de la península itálica.
Como decir: ¡en el fondo hay lugar!
Los Sículos en Bolzano
Un tourbillon de hipótesis y conjeturas vinieron a mi mente mientras leía en la web una noticia, por demás, sorprendente: “El Consejo Nacional de los Sículos visitan Bolzano… para “conocer el modelo de la autonomía local…”
Confieso que el título me hizo saltar de la silla del café-internet de Budapest donde me encontraba. Frente a un anuncio así de claro e inesperado no sabía qué pensar.
¿Quieres ver – me dije – que en mi ausencia de Sicilia hicieron la revolución y que en Palermo llegó la onda de la “primavera árabe” y desmantelaron la Asamblea Regional y la Región e instauraron un gobierno transitorio llamado el “Consejo Nacional de los Sículos”?
¿La revolución en Sicilia? Conociendo cómo estaba la situación cuando me fui, quedé muy desconcertado.
Tal vez se podría tratar de un grupo de políticos sicilianos de buena voluntad que viajaron a la ciudad de Bolzano para aprender el arte del buen gobierno.
Pero esto también me pareció algo improbable: difícilmente la clase dominante siciliana iría a Bolzano a aprender de aquella virtuosa gestión de la Autonomía que hizo del Alto Adige una de las regiones más ricas y avanzadas en el plano social de toda Europa.
Ir a Bolzano sería una humillación, una admisión del fracaso al que arrastraron a nuestra Región.
Continuando la lectura, descubrí que los “sículos” de los que hablaba el artículo no eran los de Sicilia, si no los representantes de una consistente minoría húngara que, desde hace varios siglos, vive en Transilvania, en el norte de Rumania.
Una singular homonimia nunca investigada, totalmente desconocida.
Las dos comunidades, en efecto, no tienen ninguna relación entre sì aunque como veremos, podrían tener un origen étnico-antropológico común.
Szekelorum, Siculorum, Sículos
Es en este punto en el que quiero detenerme, sin pretender demostrar nada, pero sólo para mostrar, exponer, los resultados de algunos descubrimientos bibliográficos que refuerzan la hipótesis del probable origen común entre los sículos de Transilvania y los de Sicilia.
Nada sensacional ya que la reconstrucción de tales investigaciones queda anulada por las acentuadas lagunas que existen sobre los orígenes de nuestros “sículos” y de la oscuridad que envuelve la existencia de los otros.
De todo esto algunos deducen, erróneamente, que los únicos sículos en el mundo somos nosotros los sicilianos.
En cambio no es así. No sólo porque hoy, leemos sobre un “Consejo Nacional de los Sículos” de Transilvania si no también por una serie de indicios que algunos autores ya señalaron.
En efecto, alguna vaga noticia de su presencia en aquella montañosa región rumana lo había descubierto también durante una investigación que realicé para conocer el significado del apellido de mi suegra húngara ya fallecida: Ilona Szekely, cuya familia es originaria de la ciudad de Torda en Transilvania.
Sucedió meses atrás en una librería-anticuario de Budapest, cuando tuve entre mis manos un antiguo tomo en latín “Geographica globi terracquei Synopsis” del celeberrum geographo Hubnero (edición: Cassovlae Typis Academicis Soc. Iesus…) donde el autor afirma, sin dudar, que Szekely significa “Sículos”. Escribe, por lo tanto: “In Transilvania Siculorum, seu Szekelorum…à Szekely comitiorum loco habetur Warfalea castellum….”
En familia el descubrimiento un poco divierte, ya que mi esposa, venida en Sicilia como orgullosa descendiente de los hunos de Atila, en realidad se encontró en una comunidad de lejanos cosanguíneos.
En suma, buscaba el significado del apellido de una pariente y encontré una confirmación indirecta de la existencia de un pueblo que lleva el mismo nombre que el nuestro.
Continuando la investigación, encontré otro libro (en francés) “Manual de la geographie” del eminente profesor geógrafo Louis De Foris (edición: Chez Jh. Maronval – Paris, 1831) en el cual afirma: “La Sicile, appellé d’abord Trinacrie à cause de ses trois promontaires les plus remarquables… tire son nom actuel des Sicules, peuple illyrien, qui y passarent de l’Italie dont elle est separée par le phare de Messine…” (Sicilia primero llamada Trinacria a causa de sus tres remarcables promontorios… su nombre actual deriva de los sículos, pueblo ilirio que llegó desde Italia pasando el estrecho de Messina)
Para ser breve cité sólo estos escuetos pasajes, omitiendo otras consideraciones que refuerzan las sugestivas hipótesis. A mi parecer, ahora que sabemos de la existencia cierta de esta comunidad, quizás esta vez la investigación se reanude sobre la base de una colaboración histórica y científica entre los sículos de Transilvania y los sículos de Sicilia.
Agostino Spataro
12 de marzo de 2012
imagen extraída de www.tanogabo.it que agradecemos
Traducción: Ulises Rossi
imagen extraída de www.tanogabo.it que agradecemos
Traducción: Ulises Rossi
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sabato, aprile 7
Ópera "Norma" - VII Gala Lírica Benéfica
LUNES 28 DE MAYO 20.30 HS - TEATRO COLISEO DE BUENOS AIRES
M.T. DE ALVEAR 1125
Dirección, Orquesta y Concertación: Maestro Mario Perusso
Dirección Escénica: Maestro Jorge Podestá
Dirección Coral: Maestro Ezequiel Fautario
Técnico en iluminación: Oscar Bonardi
Haydée Dabusti
Norma
Florencia Machado
Adalgisa
Juan Carlos Vassallo
Pollione
Emiliano Bulacios
Oroveso
Pablo Sánchez
Flavio
Ana Laura Siniscalco
Clotilde
Coro Regina Coeli de la Catedral de Buenos Aires. En sus 20 años de trayectoria.
Orquesta Asociación Civil Santa María Reina del Cielo.
Los fondos recaudados en estos eventos benéficos son destinados al sostenimiento de las siguientes actividades: Programa de becas estudiantiles para jóvenes y carenciados de la zona de Añatuya en la provincia de Santiago del Estero; labor misionera en el interior del país y en la Ciudad de Buenos Aires; evangelización a través de la música en contacto con diversos grupos sociales; sostenimiento de la orquesta infanto-juvenil de la Parroquia de la Rábida en la Ciudad de Buenos Aires que busca integrar a jóvenes de bajos recursos a través de la música; programa de folklore para niños carenciados de zonas rurales donde se misiona; actividades de asistencia a los indigentes desarrollada por el Patronato Italiano.
Los precios de las entradas son desde $ 60 hasta $ 120
Boletería Teatro Coliseo 4814-3056 / 4816-3789
Ticketek 5237-7200